domingo, 12 de julio de 2015

..Se dirijo lentamente hacia la puerta, en el justo momento en el que su cuerpo avanzo hacia su interior pudo sentir como cada célula de su ser emigraba a otra dimensión.
Una dimensión en el que reinaba el silencio, envuelto y arropado por miles de hojas tatuadas con palabras, con historias esperando a ser contadas, su pituitaria se sentía embargada de la fragancia a aventura, a terror, a pasión..
Y fue este el justo momento, en el que comprendió que ya había dejado de ser solo un hombre, el momento en el que su alma abandono su habitad y paso a convertirse en detective, en una amante fogosa o adentrase en la piel de un despiadado asesino..

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