..Se dirijo lentamente hacia la puerta, en el justo momento en el que su cuerpo avanzo hacia su interior pudo sentir como cada célula de su ser emigraba a otra dimensión.
Una dimensión en el que reinaba el silencio, envuelto y arropado por miles de hojas tatuadas con palabras, con historias esperando a ser contadas, su pituitaria se sentía embargada de la fragancia a aventura, a terror, a pasión..
Y fue este el justo momento, en el que comprendió que ya había dejado de ser solo un hombre, el momento en el que su alma abandono su habitad y paso a convertirse en detective, en una amante fogosa o adentrase en la piel de un despiadado asesino..